Soy de les que llegaron a México por trabajo, pero se quedaron por los tacos y la buena onda. Intenté hacer un doctorado en Puebla, pero la vida tenía otros planes. Aprendí que las cosas buenas necesitan tiempo y paciencia. Igualito que aprender un idioma, ¿no crees?
Después de años apoyando y guiando a alumnos lidiando con declinaciones, casos y verbos separados, me he vuelto maestra nivel ninja en desenredar esta madeja lingüística. Si crees que el alemán es un monstruo, déjame decirte que ya lo han enfrentado muchos y han salido victorioso.
¡Juntos, lo conquistaremos!"